Chocarro
González, L. Venturini Medina, C. Procedimientos y cuidados en Enfermería Médico-Quirúrgica. Madrid: Elsevier España, S.A.; 2006. p 21-26.
Postoperatorio
Inmediato.
Es la última de las tres fases del periodo
perioperatorio, da comienzo cuando ha finalizado la intervención quirúrgica. Es
una fase muy crítica y se debe vigilar constantemente al paciente.
La actuación del profesional de enfermería en
este periodo es muy importante, pero sobre todo en las intervenciones que
precisan de una anestesia general para llevarse a cabo, en ellas se debe vigilar con especial interés que el paciente
no sufra ninguna complicación, o bien derivada de la anestesia o de la propia
intervención.
Dentro de la anestesia general, el despertar es el momento de mayor
inestabilidad para el paciente, tanto a nivel cardiovascular, respiratorio como
neurológico. Debe ir recuperando los reflejos
faríngeos y laríngeos, poder toser (en este momento se debe estar
preparado por si se produce una
depresión respiratoria y hay que reintubar) y eliminar los gases inhalados
mediante la inhalación de oxigeno puro.
Cuando el paciente es llevado a la URPA, se
debe prestar atención a la posición de la cabeza la cual debe ir apoyada lateralmente
y sin almohada, vías venosas, drenajes y que su cuerpo esté alineado. La
enfermera circulante que lo traslada debe proporcionar a la que lo recibe toda
la información sobre el tipo de cirugía,
anestesia y respuesta del paciente, fármacos administrados, situación
hemodinámica, parámetros de respiración asistida, venoclísis, y en resumen,
todo lo que pueda ser de interés para la enfermera que será responsable
del paciente.
A partir de este momento centraremos la
atención en vigilar: la oxigenación y la ventilación, la circulación, el nivel
de consciencia, el sistema nefrourinario y la termorregulación. La actividad enfermera estará dirigida a ayudar
al paciente a recuperar sus funciones vitales y orientarle en el espacio y
tiempo.
También es importante informar a los
familiares y facilitarles la visita si es posible a la unidad de recuperación.
Si en esta parte del proceso perioperatorio no
hay ninguna complicación y el paciente ha recuperado satisfactoriamente sus
funciones vitales, será trasladado a planta, donde comenzará el postoperatorio diferido.
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