Smeltzer S.C,
Bare B.G, Hinkle J.L, Cheever K.H. Brunner y Suddarth, Enfermería
medicoquirúrgica Vol 1. 12ª ed. Barcelona: Lippincott Williams & Wilkins ;
2012. p. 1110-1111
SENO
PILONIDAL O QUISTE
He
elegido el seno pilonidal o quiste porque es una afección anorrectal que no
hemos tratado en clase y creo que es importante ya que se puede presentar y que
además necesita de un cuidado continuo.
Un seno pilonidal o quiste se encuentra en la
hendidura interglútea sobre la superficie posterior del sacro inferior, se cree
que es resultado de un traumatismo local que causa penetración de los pelos en
el epitelio y el tejido subcutáneo, también de manera congénita por un doblez
del tejido epitelial debajo de la piel que se puede comunicar con la superficie
cutánea a través de una o varias aberturas pequeñas de los senos. Con frecuencia
se ve que el pelo está emergiendo de las aberturas que es lo que le da el
nombre al quiste pilonidal ( nido de pelo ).
Los quistes rara vez causan síntomas, cuando la infección
causa un drenado irritante o un absceso donde la fricción o sudoración la
irritan con facilidad. En las etapas iniciales de inflamación la infección se
controla mediante antibiótico pero si se formo el absceso está indicada la operación
donde se incide y drena con anestésico local, después de resolver el proceso
agudo se realiza otra operación para extirpar el quiste y las vías sinusales
secundarias y que sane la herida por granulación colocándose apósitos absorbentes
en la herida para mantener los bordes separados mientras ocurre la curación.
La mayoría de pacientes intervenidos en enfermedades
anorrectales necesita de una hospitalización o por lo común solo 24 h. por lo
que es importante que la enfermera instruya al paciente para mantener el área perianal
tan limpia como sea posible limpiándola suavemente con agua caliente y después secándolas
con toallitas de algodón y hay que evitar frotar la zona con papel higiénico. Después
de una operación pueden aparecer espasmos dolorosos en el esfínter y músculos
perianales que se alivian con hielo y ungüentos anestésicos y las compresas
calientes pueden mejorar la circulación de la zona además los baños de asiento
3 o 4 veces al día pueden aliviar los síntomas. Una vez pasadas las 24h de la operación
los anestésicos tópicos alivian la irritación local y la inflamación y se le enseña al paciente a asumir una posición
prona a intervarlos para que se reduzca el edema del tejido.
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