miércoles, 5 de noviembre de 2014

BIBLIOGRAFIA 7.

LeMone P. Burke K. Asistencia de enfermería de los pacientes con trastorno de la vesícula biliar, el hígado y el páncreas, en: Enfermeria Médico Quirurgíca, Pensamiento crítico en la asistencia al paciente. vol.I, 4ª edición. Madrid: Pearson Educación S.A.; 2009. p. 696-734.



EL PACIENTE CON HEPATITIS.
     
     En esta bibliografía hablaré de la hepatitis y de su tipos:
     
      HEPATITIS.

      La hepatitis es la inflamación del hígado. Normalmente se produce por un virus, aunque también puede ser causada por la ingesta excesiva de alcohol, fármacos, toxinas y otros agentes patógenos. Puede ser aguda o crónica y puede dar lugar a otras enfermedades más graves como la cirrosis o el cáncer de hígado.

      Este proceso inflamatorio lesiona los hepatocitos y altera la función hepática. Cuando este proceso es leve, como ocurre en la hepatitis A, el parénquima hepático no sufre daños significativos, sin embargo los procesos inflamatorios asociados a hepatitis B o C  si que pueden conllevar un grave daño hepático.


      HEPATITIS VIRICA.

      Los tipos de hepatitis son: A,B,C,D y E, causadas por cinco virus diferentes. Difieren en cuanto a forma de transmisión, periodo de incubación, gravedad, tipo de daño hepático y capacidad de convertir la enfermedad en crónica o desarrollar un estado de portador (asintomático). Estos virus se van replicando en el hígado, dañando los hepatocitos y provocan una respuesta inmunitaria que produce la inflamación y necrosis de los hepatocitos, aunque los daños varían y la respuesta inmunitaria varía en función del tipo de virus, esta enfermedad suele seguir un patrón predecible.

    El período de incubación no hay manifestaciones, en la fase preicterica pueden aparecer de forma brusca  malestar general, anorexia, fatiga y dolores musculares que pueden confundirse con la gripe. También pueden existir náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento y dolor abdominal leve.
   
    La  fase ictérica empieza entre 5 y 10 días después de la aparición de los síntomas y  como consecuencia de la inflamación del hígado y de los conductos biliares, ya que impide la bilirrubina se excrete al intestino delgado y aparece coloración amarillenta en mucosas y piel.  Las heces son de color arcilla o marrón claro y la orina colérica. Las personas con hepatitis C no desarrollan ictericia, por lo que la infección puede tardar mucho tiempo en ser diagnosticada.
  
    La fase de convalecencia dura varias semanas, en este tiempo las enzimas séricas y el dolor hepático disminuyen, los síntomas gastrointestinales y  la debilidad van mejorando progresivamente.
  

TIPOS DE HEPATITIS VIRICAS.

A.- Se produce de forma de brotes esporádicos o epidémicos leves, se transmite por vía fecal-oral a través de alimentos contaminados o por contacto directo con la persona contaminada. Normalmente es una enfermedad benigna y autolimitada con poca repercusión a largo plazo. Existe vacuna para ella.

B.- Se transmite por contacto con sangre infectada y los líquidos corporales, en un estado de portador la persona que alberga el virus puede contagiar a otras personas. La hepatitis B puede producir una hepatitis aguda, crónica o fulminante. Existe vacuna.

C.- Se transmite a través de la sangre infectada y los líquidos corporales, es asintomática, por lo que se detecta después mucho después de su contagio, casi siempre cuando existen complicaciones mas graves como cirrosis o cáncer de hígado. No existe vacuna para ella.

D. Su aparición esta ligada a la existencia del virus de la hepatitis B ya que requiere la existencia de la membrana del VHB para asociarse a esta. Su forma de transmisión es la misma y puede ser causante de una infección aguda o crónica y aumentar la gravedad de la infección del otro VHB. La recuperación de la hepatitis B da lugar a la recuperación de la D.  No existe vacuna.

E.- Se transmite  por la contaminación fecal en suministro de agua en zonas geográficas en desarrollo como el sureste de Asia, zonas de Africa y América Central. Puede causar una hepatitis fulminante y mortal en mujeres embarazadas. No existe vacuna.

HEPATITIS TOXICA.

  La hepatitis alcohólica se produce por el abuso crónico del alcohol, hace que exista una necrosis de los hepatocitos y la inflamación del parénquima hepático. A menos que se suspenda la ingesta excesiva de alcohol suelen derivar en cirrosis.
 
  Otros hepatotóxicos son el paracetamol, el benceno, el tetraclorido de carbono, el halotano, el cloroformo y las setas venenosas. Estas sustancias dañan las células hepáticas y provocan su necrosis. El grado de daño va en función de la edad y dosis ingeridas.

HEPATITIS HEPATOBILIARES.

     Se deben a la colestasis o interrupción del flujo biliar normal. Puede ser el resultado de la obstrucción del conducto hepático por litiasis o por una inflamación secundaria a la colelitiasis. Otros agentes como los anticonceptivos orales o fármacos para reducir los niveles del ácido úrico también pueden producir colestasis.


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