LeMone P. Burke K. Asistencia de
enfermería de los pacientes con trastorno de la vesícula biliar, el hígado y el
páncreas, en: Enfermeria Médico Quirurgíca, Pensamiento crítico en la
asistencia al paciente. vol.I, 4ª edición. Madrid: Pearson Educación S.A.; 2009. p. 696-734.
EL PACIENTE CON HEPATITIS.
En esta bibliografía hablaré de la
hepatitis y de su tipos:
HEPATITIS.
La hepatitis es la inflamación del
hígado. Normalmente se produce por un virus, aunque también puede ser causada
por la ingesta excesiva de alcohol, fármacos, toxinas y otros agentes
patógenos. Puede ser aguda o crónica y puede dar lugar a otras enfermedades más
graves como la cirrosis o el cáncer de hígado.
Este proceso inflamatorio lesiona los
hepatocitos y altera la función hepática. Cuando este proceso es leve, como
ocurre en la hepatitis A, el parénquima hepático no sufre daños significativos,
sin embargo los procesos inflamatorios asociados a hepatitis B o C si que pueden conllevar un grave daño hepático.
HEPATITIS VIRICA.
Los tipos de hepatitis son: A,B,C,D y E,
causadas por cinco virus diferentes. Difieren en cuanto a forma de transmisión,
periodo de incubación, gravedad, tipo de daño hepático y capacidad de convertir
la enfermedad en crónica o desarrollar un estado de portador (asintomático).
Estos virus se van replicando en el hígado, dañando los hepatocitos y provocan
una respuesta inmunitaria que produce la inflamación y necrosis de los
hepatocitos, aunque los daños varían y la respuesta inmunitaria varía en función
del tipo de virus, esta enfermedad suele seguir un patrón predecible.
El
período de incubación no hay manifestaciones, en la fase preicterica pueden
aparecer de forma brusca malestar
general, anorexia, fatiga y dolores musculares que pueden confundirse con la
gripe. También pueden existir náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento y dolor
abdominal leve.
La
fase ictérica empieza entre 5 y 10 días después de la aparición de los
síntomas y como consecuencia de la
inflamación del hígado y de los conductos biliares, ya que impide la
bilirrubina se excrete al intestino delgado y aparece coloración amarillenta en
mucosas y piel. Las heces son de color
arcilla o marrón claro y la orina colérica. Las personas con hepatitis C no
desarrollan ictericia, por lo que la infección puede tardar mucho tiempo en ser
diagnosticada.
La fase de convalecencia dura varias
semanas, en este tiempo las enzimas séricas y el dolor hepático disminuyen, los
síntomas gastrointestinales y la
debilidad van mejorando progresivamente.
TIPOS DE HEPATITIS VIRICAS.
A.- Se produce de forma de brotes
esporádicos o epidémicos leves, se transmite por vía fecal-oral a través de
alimentos contaminados o por contacto directo con la persona contaminada.
Normalmente es una enfermedad benigna y autolimitada con poca repercusión a
largo plazo. Existe vacuna para ella.
B.- Se transmite por contacto con
sangre infectada y los líquidos corporales, en un estado de portador la persona
que alberga el virus puede contagiar a otras personas. La hepatitis B puede
producir una hepatitis aguda, crónica o fulminante. Existe vacuna.
C.- Se transmite a través de la
sangre infectada y los líquidos corporales, es asintomática, por lo que se
detecta después mucho después de su contagio, casi siempre cuando existen
complicaciones mas graves como cirrosis o cáncer de hígado. No existe vacuna
para ella.
D. Su aparición esta ligada a la
existencia del virus de la hepatitis B ya que requiere la existencia de la
membrana del VHB para asociarse a esta. Su forma de transmisión es la misma y
puede ser causante de una infección aguda o crónica y aumentar la gravedad de
la infección del otro VHB. La recuperación de la hepatitis B da lugar a la
recuperación de la D. No existe vacuna.
E.- Se transmite por la contaminación fecal en suministro de
agua en zonas geográficas en desarrollo como el sureste de Asia, zonas de
Africa y América Central. Puede causar una hepatitis fulminante y mortal en
mujeres embarazadas. No existe vacuna.
HEPATITIS TOXICA.
La hepatitis alcohólica se produce por el abuso crónico del alcohol,
hace que exista una necrosis de los hepatocitos y la inflamación del parénquima
hepático. A menos que se suspenda la ingesta excesiva de alcohol suelen derivar
en cirrosis.
Otros hepatotóxicos son el paracetamol, el benceno, el tetraclorido de
carbono, el halotano, el cloroformo y las setas venenosas. Estas sustancias
dañan las células hepáticas y provocan su necrosis. El grado de daño va en función
de la edad y dosis ingeridas.
HEPATITIS HEPATOBILIARES.
Se deben a la colestasis o interrupción
del flujo biliar normal. Puede ser el resultado de la obstrucción del conducto hepático
por litiasis o por una inflamación secundaria a la colelitiasis. Otros agentes
como los anticonceptivos orales o fármacos para reducir los niveles del ácido
úrico también pueden producir colestasis.
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