CUIDADO DE LOS PACIENTES OSTOMIZADOS.
En esta práctica hemos conocido los
distintos tipos de ostomías digestivas que se pueden dar habitualmente, localización,
indicaciones, características y los cuidados que requieren. Se hace necesaria
esta técnica en pacientes con enfermedades digestivas como cáncer de colon,
diverticulitis, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, perforaciones de tubo
digestivo y obstrucciones intestinales o en en patologías urinarias como
fístulas vesico-vaginales, traumatismos pélvicos, vejiga neurógena o
traumatismos pélvicos.
El término “estoma” se refiere a la boca y
“ostomía” al tipo de construcción en la pared abdominal.
Las ostomías digestivas o de eliminación
consisten en abocar un órgano al exterior por medio de la pared abdominal
mediante una intervención quirúrgica,
bien para que el paciente pueda cubrir sus necesidades nutricionales o
para que pueda llevar a cabo las necesidades de eliminación. Pueden ser de
carácter temporal o permanentes.
Dentro de las digestivas y para funciones
de eliminación, según la parte de intestino que comunican con el exterior las
ostomías reciben los siguientes nombres:
- Cecostomía: El intestino ciego.
- Ileostomía: Comunica el último tramo del ileón
al exterior.
- Colostomía: Es una zona del intestino grueso
la que se aboca al exterior. Según la
porción abocada de denomina ascendente, transversa, descendente o
sigmoidea.
Para las funciones de nutrición podemos
encontrar:
-
Gastrostomía: El estómago se comunica con la pared
abdominal.
-
Yeyunostomía: Se comunica el intestino delgado, pueden
ser de dos tipos: exteriorización bajo sonda
para alimentación o salir directamente a la piel para situaciones de
dehiscencia por anatosmosis.
En las urostomías u ostomías urológicas,
según la parte del aparato urinario que se comunica al exterior se llaman:
-
Nefrostomía: Riñón
-
Ureteostomía: Uréteres, puede ser uno sólo y
hablaríamos de unilateral o bilateral que abocaría los dos.
-
Vejiga Ileal: Es una urostomía donde se extirpa la
vejiga urinaria y se unen los uréteres al ileón y en él se localiza el estoma.
Procedimiento.
Lo primero que se debe hacer es el marcaje
del estoma sobre la piel del paciente antes de que se le intervenga quirúrgicamente,
debemos tener en cuenta las características del paciente y el tipo de intervención.
Es muy importante que no existan cicatrices en esa zona, que sea una zona que
el paciente pueda observar bien para la manipulación posterior de las bolsas y
sobre todo que no se formen pliegues que oculten el estoma con el fin de
prevenir complicaciones posteriores.
Para el marcaje del estoma observaremos al paciente en distintas posiciones (sentado, tumbado) para localizar el sitio idóneo. Deberemos situarlo en el musculo recto del abdomen, en el cuadrante inferior situado entre el pubis, la cresta ilíaca anterosuperior y el ombligo.
Una vez que se le haya colocado al paciente
el estoma, es muy importante también el buen uso de los medidores, que nos
permitirán que el diámetro de la bolsa sea el más adecuado para el paciente y
no le provoque ningún tipo de lesión. Entre el diámetro del estoma y el de la
boca del disco deberemos dejar aproximadamente un hilo de piel.
Tipos de
dispositivos.
Entre los diferentes tipos de bolsas para
los estomas, existen las que forman una sola pieza, esto es, que tienen disco y bolsa unidos y las que son
de dos piezas, en las que se puede sustituir la bolsa sin tener que cambiar el
disco. Se elegirán las que mejor se adapten al paciente, por intervención o la
que más se adapte a sus hábitos cotidianos.
En el caso de las ileostomías se utilizarán
las bolsas abiertas y también hay que tener en cuenta la importancia del uso de
dispositivos con válvula antireflujo, para prevenir en las urostomías que la orina
no retorne hacía el estómago al tumbarse o dañe la piel que rodea al estoma.
Cuidados
del estoma.
Se utilizarán productos para cubrir las
irregularidades de la piel, polvos protectores que absorben la humedad de la
piel y pasta barrera. La higiene no requerirá ningún producto especial, se
realizará normalmente con agua y jabón.
Complicaciones.
Isquemia o necrosis, hernias al realizar
esfuerzos, retracciones del intestino, prolapso del intestino, dermatitis, granulomas
en la piel por el roce, edemas por inflamación de la mucosa, estenosis e
infecciones y sepsis periestomal que
cursa con dolor, inflamación, supuración o fiebre.
Se deberá observar, controlar y registrar la
zona afectada, así como el grado de sutura mucocutánea.
Irrigación
Las
personas con una coleostomía descencente o sigmoidea son las más adecuadas para utilizar esta
técnica que permite al paciente cada cuarenta y ocho horas realizar el vaciado
de su intestino. Consiste en la preparación de una bolsa con agua templada
conectada a un cono que será el que introducirá en el estoma, la colocaremos a
la altura del hombro. El paciente se retirará a la bolsa o el disco con
obturador y se hará un tacto con un guante para saber en que dirección introducirá
el cono. Después se colocará en la cintura un cinturón que lleva incluída una
bolsa abierta por las dos partes denominada manga y la parte final la pondrá
dentro del inodoro. Una vez hecho esto pondrá un poco de lubricante en la punta
del cono para facilitar su entrada en el estoma y acto seguido abrirá el paso
del contenido del irrigador. Cuando el agua ha entrado al intestino, sacará el
cono y el los desechos fecales irán saliendo hasta el inodoro.
Con esto se consigue que el paciente tenga
una mayor independencia y esta situación le ayude a tener una mejor calidad de
vida.
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