LeMone P. Burke K. Enfermería
Médico Quirúrgica, Pensamiento crítico en la asistencia al paciente. vol.I. 4ª
edición. Madrid: Pearson Educación S.A.; 2009. p. 809-810.
HERNIAS.
En esta bibliografía hablaré de lo que es
una hernia y dentro de la asistencia a pacientes con trastornos intestinales
que tipo de hernias se pueden producir y sus complicaciones.
Hernia: Es un defecto de la pared
abdominal que permite que una parte del contenido abdominal protuya fuera de la
cavidad abdominal. Se pueden producir como consecuencia de traumatismos,
aumento de presión abdominal por embarazo, obesidad, tumores, cirugía o
levantamiento de peso excesivo.
Pueden ser congénitas o adquiridas y para
clasificarlas se hará según su localización anatómica. La mayoría de ellas se
producen en la ingle (inguinales o femorales) y con frecuencia suelen ser
congénitas al no cerrarse adecuadamente el conducto formado al descender los
testículos al escroto durante el desarrollo fetal, aunque también pueden causadas
por la debilidad de la fascia de la región de Hesselbach, o por dilatación del
anillo femoral. Las ventrales o incisionales se producen por el debilitamiento
de la musculatura de la pared abdominal y las hernias de hiato (que ya mencioné
en anterior bibliografía) de forman en el diafragma.
- Hernias
inguinales:
Suelen afectar más a los varones y las
podemos clasificar en directas, al ser su causa un defecto adquirido ya
que son debidas al debilitamiento de la pared abdominal posterior y suelen
aparecer a edades avanzadas o indirectas cuando son debidas al cierre
incorrecto de del conducto formado para descender los testículos antes del
nacimiento.
En el caso de las hernias
femorales son un defecto adquirido en
los que el saco peritoneal protuye a través del anillo femoral.
Se manifiestan con un dolor agudo
o bien un dolor sordo que irradia hacia el escroto y pueden producir un bulto o
inflamación en la ingle, aunque hay veces que no tienen ninguna manifestación y
son detectadas en un reconocimiento rutinario.
- Hernias
umbilicales:
En este tipo de hernias, el embarazo
y la obesidad son factores que contribuyen a su desarrollo en personas adultas.
Pueden ser congénitas o adquiridas. Son más frecuentes en mujeres en caso de
embarazos múltiples con partos prolongados, ascitis y tumores intraabdominales
grandes. Tienden a agrandarse de forma
continuada y suelen contener epiplón
aunque también pueden presentar contenido de intestino delgado o grueso.
Causan dolor agudo al toser o
realizar algún esfuerzo o bien una sensación de dolor sorda. Su principar
complicación es la estrangulación de la hernia.
- Hernias incisionales o ventrales:
Se
forman como consecuencia de una intervención quirúrgica previa o por un
desgarro muscular. Una mala cicatrización de cualquiera de las dos cosas puede
desencadenar su formación. Los factores que contribuyen a su aparición son el
cierre inadecuado de heridas, infección postoperatoria, edad avanzada,
obesidad, malnutrición o excesiva tensión en una incisión (toser fuertemente).
Son a menudo asintomáticas y se
caracterizan por la aparición de una protuberancia en la zona de incisión
solamente apreciable cuando el paciente pasa de estar tumbado a sentarse. No
tienen apenas complicaciones ya que su riesgo de incarceración en muy bajo a
ser la protuberancia muy pequeña.
Cuando las hernias son reducibles, es
decir, que el contenido puede volver a la cavidad abdominal no presentan
complicaciones importantes. Por el contrario, cuando el contenido no puede
regresar decimos que la hernia esta incarcerada, y en este caso puede ocurrir
que haya una obstrucción intestinal o que la hernia se estrangule dando lugar a
una falta de aporte sanguíneo a los tejidos que la forman o al intestino
pudiendo llegar a infartarse, produciendo contaminación perforación de la
cavidad peritoneal.
El tratamiento habitual de las hernias en
mediante una herniorrafia, es bien tolerada por casi todos los paciente e
implica riesgos muy inferiores a los anteriormente descritos. Cuando la cirugía
está contraindicada se puede optar por llevar un vendaje abdominal o indicarle
al paciente que se tumbe y presionando suavemente sobre la hernia intente que
la masa se reduzca, esto siempre que la hernia no esté incarcerada.
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